Contenido calórico de los alimentos 

El contenido calórico, de los principios nutrientes inmediatos, se ha calculado a partir de un gramo básico de nutriente, 1 gr de proteínas se transforma en 4 calorías; 1 gr de grasas del tipo triglicéridos de cadena larga se transforma en 9 calorías; y, 1 gr de grasas de tipo triglicéridos de cadena media se transforma en 7 calorías. También es importante señalar que 1 gr de alcohol se transforma en 7 calorías, pero que no se convierten después en nutrientes esenciales para el desarrollo celular del cuerpo, por lo tanto son calorías sobrantes que interferirán en la ingesta normal de los nutrientes esenciales del individuo.

¿Cuántas calorías son necesarias para el ser humano? 

Cuándo se han calculado las necesidades energéticas del ser humano, éstas se han valorado en función de dos vertientes: el metabolismo basal de este ser que depende del gasto energético en reposo según el peso, la talla, la edad de la persona en cuestión y del sexo, ya que el metabolismo basal del sexo femenino difiere en algunas calorías respecto al metabolismo del sexo masculino, y, por otra parte, se deben evaluar según las actividades físicas que realiza cada persona, ya que una actividad física de tipo medio requerirá unas determinadas calorías, también según el sexo, y una actividad física con un trabajo intenso, requeriría un aporte superior de calorías.

La tasa de metabolismo basal, de cada persona, se calcula a partir del peso o de la superficie corporal. Existen unas tablas estándar en las que se evalúan, según el peso y el sexo, cual es el metabolismo energético basal requerido en kilocalorías cada 24h.

A este metabolismo basal, que difiere algo según el peso, la edad y el sexo de cada individuo, se une el gasto energético debido a las distintas intensidades de actividad corporal que se realiza. Se debe tener en cuenta que algún tipo de trabajo como por ejemplo el trabajo de jardinería, puede fatigar cierto número de grupos musculares, sin que esto produzca gran gasto en el número de calorías; sin embargo, habitualmente, un ejercicio que tenga como resultado el desplazamiento del cuerpo respecto al nivel del suelo, como por ejemplo correr, requiere el gasto de muchas más calorías. Sin embargo, no se tiene que sobreestimar el valor del gasto energético diario, en la práctica de deportes, puesto que las actividades deportivas sólo duran un pequeño número de horas al día y van seguidas de un período de inactividad.

Existen enfermedades que aumentan el requerimiento calórico, como por ejemplo las enfermedades que cursan con infecciones o inflamaciones, que pueden ser: medias moderadas o graves; en estos casos el requerimiento calórico necesario se calcula, según el tanto por ciento de aumento de requerimiento calórico respecto el metabolismo basal.

En general, en el curso de los postoperatorios se necesita un aumento de requerimiento calórico en las afecciones como la peritonitis, en los traumatismos de tejidos blandos, en las fracturas, en la insuficiencia cardíaca, en la insuficiencia respiratoria aguda y en las quemaduras, requiriendo más energía calórica, según el tanto por ciento de superficie corporal afectada por la quemadura.

El hipertiroidismo es otra enfermedad, que por el desgaste que se produce en el organismo, necesita un aumento en el requerimiento calórico. Por contra, enfermedades como la mala nutrición y el ayuno disminuyen la tasa del metabolismo basal casi en 25%; también el hipotiroidismo disminuye la tasa de calorías gastadas durante la enfermedad.

El embarazo y la lactancia son períodos de la vida de la mujer en que se necesita un requerimiento calórico adicional. Se estima que el requerimiento energético para llevar a buen término el embarazo es de unas 80.000 kcal. La organización mundial de la salud recomienda el aumento de ingesta por mujer embarazada de 150 kcal día durante el primer trimestre y de 350 kcal día para el resto del embarazo; sin embargo, en esta última cifra, hay que tener en cuenta la actividad física que realice la embarazada. Quizás en los países de las sociedades occidentales, en que incluso a veces la mujer embarazada disminuye la actividad corporal, este requerimiento energético suplementario podría situarse entre 250-300 kcal día.

En la fase de la lactancia también se necesita un aumento del requerimiento calórico. La producción de 1 dl de leche humana requiere de 67 a 77 kcal, puesto que se necesita, además, una energía suplementaria para convertir los nutrientes de la alimentación de la madre en energía tipo leche. En definitiva, se estima que el requerimiento energético total para conseguir  1 dl de leche sería de 85 a 95 kcal dado que se calcula que la media de leche producida por una mujer es de unos 8,5 dl por día, la energía necesaria es de unas 750 kcal por día. De todas maneras, ya que existe una grasa almacenada que tiene como objetivo el degradarse para formar la leche, en esta etapa de la lactancia, se recomienda que el requerimiento calórico adicional de las madres que están amamantando, sea de unas 500 kcal día, además de las necesarias para su mantenimiento en condiciones normales.

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