El síndrome de intestino irritable es un disturbio de los intestinos capaz de producir cuadros de dolor abdominal, exceso de gases, constipación y/o diarrea, sin ninguna anormalidad identificable que justifique los síntomas.
Causas del Síndrome de Intestino Irritable
Las paredes de los intestinos están revestidas con músculos que se contraen y relajan a medida que el alimento que se ingiere pasa del estomago en dirección al recto. En el síndrome de intestino irritable, las contracciones pueden ser más fuertes y durar más tiempo que lo normal, haciendo que surjan algunos síntomas característicos del síndrome como gases, flatulencia y diarrea. También puede suceder lo opuesto, es decir contracciones intestinales más débiles de lo normal, lo que retarda el paso de los alimentos y hace que las heces sean más duras.
No se sabe a ciencia cierta lo que hace que una persona desarrolle el síndrome, pero una combinación de algunos factores puede estar involucrada, algunos de ellos son:
-Alimentos: a pesar de que aun no está claro como alergias o intolerancia a algunos alimentos pueden relacionarse con el síndrome, si se tiene claro que los síntomas suelen aparecer después de que una persona ingiere algunos alimentos como chocolate, especias, grasas, frutas, granos, repollo, coliflor, brócoli, leche, bebidas gaseosas y alcohol entre otras.
-Estrés: la mayoría de las personas con el síndrome de intestino irritable siente que durante los momentos de estrés los síntomas del síndrome se agravan. Sin embargo las investigaciones defienden la tesis de que el estrés es un factor agravante pero no una causa que lleve al desarrollo del síndrome.
-Hormonas: se ha observado que las mujeres son mucho más propensas a presentar el síndrome, por lo cual se cree que los cambios hormonales pueden desempeñar un papel importante en el desarrollo del mismo; además muchas mujeres han relatado que los síntomas de la enfermedad empeoran durante o en periodos próximos a la menstruación.
-Otras enfermedades: algunas veces otras enfermedades como un episodio agudo de diarrea por gastroenteritis por ejemplo, o el crecimiento excesivo de bacterias propias del intestino, pueden desencadenar el síndrome de intestino irritable.
Por otra parte existen factores de riesgo en algunas personas, que las hacen más propensas a desarrollar el síndrome, algunos de ellos son:
- Edad (mayores de 45 años)
- Personas del sexo femenino
- Historia familiar del síndrome
- Problemas de salud mental, como ansiedad, depresión, trastornos de personalidad y traumas
Síntomas del Síndrome de Intestino Irritable
Los síntomas del síndrome pueden variar mucho entre las distintas personas que lo sufren y muchas veces son comunes a otras enfermedades, los más frecuentes son:
- Dolores abdominales o cólicos.
- Sensación de inflamación.
- Gases.
- Diarrea o constipación (a veces alternando crisis entre ambos problemas).
- Heces con mucosidad.
El síndrome de intestino irritable es una enfermedad crónica en la mayoría de los casos, pero hay momentos en que los síntomas manifestados son peores y otros en los que son más leves; pudiendo inclusive haber fases completamente asintomáticas.
Diagnóstico del Síndrome de Intestino Irritable
En la mayoría de los casos el médico puede hacer el diagnóstico del síndrome con base en los síntomas y por medio de algunos exámenes, inclusive muchas veces sin necesidad de ningún examen.
Probablemente una de las primeras cosas que el especialista sugerirá al paciente será seguir una dieta sin lactosa por un periodo determinado de tiempo, lo que ayudará al médico a evaluar que una posible intolerancia a la lactosa sea la causante de los síntomas.
Aunque no existe un examen específico para el diagnóstico del síndrome, es posible hacer pruebas para descartar otros problemas, las mismas incluyen:
- Exámenes de sangre para determinar si existe contaje bajo de glóbulos rojos (anemia).
- Cultivos de heces para descartar infección.
- Colonoscopia (examen de imágenes para detectar enfermedades del colon).
- Radiografías del tracto gastrointestinal.
- Tomografía computadorizada.
Para facilitar el diagnostico fue creado por un grupo de especialistas en el área, un conjunto de criterios llamados “Criterios de Roma”, que resumiendo señalan que para que un paciente sea diagnosticado con el síndrome de intestino irritable requiere haber presentado en los últimos 3 meses, dolor abdominal por lo menos 3 días en cada mes y 2 de las siguientes características:
Mejoría del dolor abdominal después de evacuar.
Que el dolor abdominal se inicie junto a alteraciones en la apariencia de las heces.
Que el dolor abdominal se inicie junto a alteraciones en los hábitos intestinales (diarrea o constipación).
Tratamiento del Síndrome de Intestino Irritable
Como no se tiene claro exactamente lo que lleva al desarrollo del síndrome, el objetivo principal del tratamiento es aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida del paciente.
El médico especialista recomendará como parte del tratamiento que el paciente haga cambios en su estilo de vida. Se recomendará la incorporación de fibra en la dieta, la eliminación de bebidas gaseosas, alimentos con alto contenido en grasas y alimentos con gluten.
También como parte del tratamiento se recomendarán según cada caso particular algunos medicamentos como anti colinérgicos, antiespasmódicos, antidepresivos y anti diarreicos.
Es muy importante no auto medicarse y no interrumpir el tratamiento sin que el médico lo indique.