El síndrome meníngeo es un trastorno irritativo de las membranas que recubren al sistema nervioso central (meninges), específicamente del conjunto de membranas que forman una cubierta fina bajo la duramadre, que cubren al encéfalo y a la medula espinal (leptomeninges), así como de algunas partes del tejido nervioso adyacente.

El síndrome meníngeo puede concebirse como integrado por tres elementos:

Presión intracraneal elevada y con intensidad inconstante
Alteraciones del líquido cefalorraquídeo
Manifestaciones dependientes de la congestión de las estructuras nerviosas

Causas del síndrome meníngeo

Las causas del síndrome meníngeo se han agrupado en dos grandes bloques, que son:

Inflamatorias:
Virales
Bacterianas
Micóticas
Parasitarias

No inflamatorias:
Hemorrágicas
Traumáticas
Neoplásicas

Síntomas del síndrome meníngeo

Existen algunas manifestaciones relevantes en un paciente portador del síndrome meníngeo, estas son:

Cefalea: que puede ser tenue y constante, sin embargo con frecuencia puede llegar a ser muy intensa, al extremo en el que el paciente llega a expresar su dolor con gritos, dicho dolor se da principalmente en la región occipital y frontal y se le llama “grito meníngeo”. La misma puede presentarse acompañada por fotofobia y por una sensación de dolor ocasionada por los ruidos (algoacusia).

Contracturas musculares: se manifiestan por un dolor dorsal, que produce rigidez en la nuca, en el raquis (impidiendo al paciente doblar el tronco) y contractura de los músculos de los miembros inferiores.

Vómitos: normalmente se presentan junto a la aparición de la cefalea. No suelen estar relacionados con el consumo de alimentos y vienen acompañados de nauseas.

Sensibilidad aumentada por algunos estímulos como los:
– Sensoriales: a la luz y a los ruidos.
– Sensitivos: al haber hiperestesia cutánea el contacto de cualquier tipo es irritante
– Vegetativos: al frotarse la piel del paciente  aparece una raya roja (raya meníngea de Trousseau) que demora en desaparecer mucho más tiempo que en un individuo normal
– Fiebre: cuadro de temperatura elevada principalmente cuando se está frente a una infección

Otras manifestaciones: debidas a alteraciones de las estructuras nerviosas aledañas a las cubiertas encefálicas afectadas, como son:

Trastornos de consciencia: van desde confusión mental a coma, lo cual señala que hay un indicio de gravedad.

Crisis convulsivas: pueden ser señal de problemas cerebrales serios, en ciertos casos originadas por medicamentos o por la misma fiebre del paciente

Alteración de nervios del cráneo: indican complicaciones localizadas como lesiones del parénquima o meningoencefalítis

Diagnóstico del síndrome meníngeo

Frente a la menor indicación o sospecha de estar ante la presencia de síndrome meníngeo, el paciente ha de ser derivado rápidamente a un Servicio de Urgencias Hospitalario.

Se debe inicialmente recopilar toda la información posible del historial médico del paciente; verificar que los síntomas característicos estén presentes; realizar una exploración física que incluya lo siguiente:

Signos vitales
Evaluación del nivel de consciencia (utilizando la escala de Glasgow)
Signos cutáneos: presencia de púrpura, lo cual representa un signo de alarma por la posibilidad de sepsis meningocócica
Signos meníngeos (rigidez de nuca, signos de Kernig y Brudzinski)

Delante de la sospecha clínica de estar en presencia de síndrome meníngeo, es imperativa la aplicación de punción lumbar con la finalidad de analizar el líquido cefalorraquídeo, si este se presenta normal, se descarta la enfermedad.

Es importante que antes de realizar la punción lumbar, se haga una detallada exploración física con la finalidad de localizar signos de hipertensión intracraneal y signos de focalidad neurológica; en el caso de encontrar alguno de estos signos, o una disminución del nivel de conciencia, es necesario y prudente practicar una tomografía computadorizada craneal para diagnosticar lesiones estructurales que contraindiquen la punción lumbar.

Existen algunos criterios que se deben considerar entre los síntomas que presente el paciente para clasificarlos de gravedad, como son:

Presencia de shock

Edades extremas de la vida, niños y ancianos

Alteración de la consciencia

Presencia de púrpura cutánea

Instauración del cuadro en menos de 24 horas

Tratamiento del síndrome meníngeo

El tratamiento definitivo del síndrome meníngeo siempre es de carácter hospitalario.

Las primeras acciones a tomar para el tratamiento dentro del hospital son:
Canalización de vía venosa periférica e hidratación

Aplicación de antitérmicos

Aislar al paciente las primeras 24 horas o mientras se descarta la infección por meningococos

Tratamiento con antibióticos

En algunos casos se requerirá el uso de corticoides

Anticonvulsionantes de ser necesario

Mantener balance hidroelectrolítico

Controlar la glicemia

Monitorización continua vía electrocardiograma

Control hemodinámico y oximétrico

Control de nivel de conciencia

Es sumamente importante la profilaxis de las personas que han tenido contacto con el paciente, como son todas aquellas que hayan pernoctado en la misma habitación del paciente en los 10 días anteriores a la hospitalización y en el caso de guarderías y preescolares, todos los niños y personal del centro, esta profilaxis se hace normalmente por medio de antibioticoterapia.

Vídeo sobre exploración de signos meníngeos

En esta ocasión mostramos como médicos especialistas realizan exploraciones neurológicas para hallar signos meníngeos. Es un vídeo un poco más técnico de lo que solemos subir a Síndrome D, pero no por ello menos interesante.

Es necesario o por lo menos recomendado, acudir a un especialista ante signos o síntomas parecidos a los que se han descrito en este artículo. Comparte este artículo en tu red social favorita y estarás ayudando a conocer este síndrome.

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