El Síndrome de Wolff-Parkinson-White es una arritmia cardiaca en la cual los impulsos eléctricos son transmitidos por una vía complementaria desde las aurículas a los ventrículos, lo que hace que estos impulsos lleguen más rápido al ventrículo causando taquicardia. Muchas veces esa vía eléctrica no ocasiona taquicardia, pero produce alteración en el electrocardiograma. Es un síndrome congénito, esto es, la alteración está presente desde el nacimiento o es inclusive intrauterina.
Puede manifestarse de forma precoz durante el primer año de vida o tardíamente, inclusive cerca de los 60 años de edad.
Causas del síndrome de Wolff-Parkinson-White
En condiciones normales, las señales eléctricas siguen un camino determinado a través del corazón. Esto ayuda a que el corazón lata de forma regular; ese impulso eléctrico sigue un camino normal, saliendo del nodo sinusal, llegando al nodo atrio-ventricular y pasando por los haces que conducen el impulso hacia los ventrículos.
En las personas que padecen del Síndrome de Wolff-Parkinson-White, ocurre un corto circuito atípico y el estimulo pasa directamente del haz AV hacia los haces ventriculares; así los ventrículos son estimulados de forma precoz, hay una excitación previa a lo que debería ocurrir, esto es, algunos de las señales eléctricas del corazón que salen de los atrios llegan al ventrículo por una vía alterna, lo que puede causar un ritmo cardiaco muy rápido llamado taquicardia supra ventricular.
Síntomas del síndrome de Wolff-Parkinson-White
Los principales síntomas del síndrome son palpitaciones, falta de aire, dolor en el pecho y debilidad.
El Síndrome de Wolff-Parkinson-White produce episodios súbitos de taquicardia con palpitaciones. Durante el primer año de vida los bebés pueden comenzar a mostrar síntomas de insuficiencia cardiaca si el episodio se hace prolongado. A veces parecen estar sin ánimo o aletargados, dejan de comer bien o tienen pulsaciones rápidas y visibles en el pecho.
Los primeros episodios sin embargo en general se pueden producir entre los 10 y los 25 años de edad, de forma típica comienzan repentinamente, muchas veces durante la práctica de algún ejercicio. Pueden durar apenas unos segundos o persistir durante varias horas, pero en raras ocasiones más de 12 horas.
En una persona joven y con un aparente buen estado de salud, se producen pocos síntomas, sin embargo las taquicardias son incomodas y producen estrés, pudiendo originar desfallecimiento o insuficiencia cardiaca.
La taquicardia puede transformarse en fibrilación auricular, lo cual es particularmente peligroso en cerca del 1 % de las personas que sufren del síndrome, debido a que la vía complementaria puede llevar los impulsos eléctricos rápidos hacia los ventrículos con mayor eficacia que lo normal. Resultando esto en una velocidad ventricular muy rápida que puede llegar a ser mortal.
El corazón se torna ineficiente por latir tan rápidamente, la frecuencia cardiaca acelerada puede llevar a una fibrilación ventricular, que conduce inmediatamente a la muerte.
Diagnóstico del síndrome de Wolff-Parkinson-White
El médico comenzará la investigación clínica del paciente con una historia clínica completa, además del correspondiente examen físico y análisis de laboratorio que incluyen exámenes de sangre para verificar las condiciones de la hormona tiroidea y los niveles de potasio en sangre, ya que esto podría llevar a algunas perturbaciones en el ritmo cardiaco.
El diagnostico del Síndrome de Wolff-Parkinson-White con fibrilación auricular o sin ella, se realiza a través de algunos exámenes como son:
Electrocardiograma.
Holter de 24 horas: es un dispositivo portátil que registra la actividad del corazón durante 24 horas.
Prueba ergométrica.
Estudio electrofisiológico: es un examen realizado bajo sedación, que permite hacer una especie de mapa de donde está la vía anómala que provoca los síntomas de arritmia y palpitaciones.
Radiografía de tórax: para verificar si el corazón está dilatado.
Tratamiento del síndrome de WPW
El objetivo principal del tratamiento del síndrome es evitar que la conducción suceda por la vía anómala y ocurra solamente por la vía normal. Para esto el médico incluirá la medicación necesaria con drogas especializadas para el tratamiento de las arritmias relacionadas con el Síndrome de Wolff-Parkinson-White
Si la frecuencia cardiaca no retorna a un estado normal con el tratamiento medicamentoso, el médico podrá recomendar un tipo de terapia de choque llamado cardioversión eléctrica. La desventaja es que el paciente no se curará del problema, pero podrá convivir con la enfermedad controlada.
Otro procedimiento que puede ser usado es la ablación, que consiste en la utilización de catéteres para cauterizar con energía de radiofrecuencia, la vía eléctrica extra. Consiste en la inserción de un catéter vía venosa, a través de un pequeño corte cerca de la ingle, para dirigirlo hacia el corazón; una vez que la punta del catéter alcanza al corazón, la pequeña región que está causando la vía anómala y la taquicardia, es cauterizada.
Restricciones de la enfermedad
Los pacientes portadores del Síndrome de Wolff-Parkinson-White, no pueden ejecutar actividades físicas competitivas como el futbol, voleibol, basquetbol, deportes radicales como escalar, bucear, etc.
Tampoco pueden ejercer profesiones de riesgo como piloto, chofer, operador de maquinaria pesada, etc.
No obstante después de la realización de la ablación, no hay ningún tipo de restricción para estos pacientes.
Vídeo explicativo sobre el síndrome
Os traemos, de lamano del «Dr. Never Dies» (Nombre de su canal de Youtube), un vídeo muy clarificador acerca de esta enfermedad coronaria.
Sin más, esperamos que la información os haya resultado útil. Os emplazamos, como siempre, a compartir esta información en vuestra red social favorita. Ayudarás a aquellos que padezcan esta enfermedad.