Síndrome de ovario poliquístico

Este síndrome es un disturbio endocrino que produce alteración de los niveles hormonales, llevando a la formación de quistes en los ovarios haciendo que estos aumenten de tamaño.

Se caracteriza por menstruaciones irregulares, alta producción de hormona masculina (testosterona) y presencia de micro quistes en los ovarios.

Causas del síndrome de ovario poliquístico

La causa del síndrome aun no está totalmente esclarecida. La hipótesis principal es que puede tener origen genético y diferentes investigaciones indican una posible relación entre la enfermedad y la resistencia a la acción de la insulina en el organismo, produciéndose el incremento de la insulina circulante en la corriente sanguínea, que llevaría a un desequilibrio hormonal que genera la enfermedad. Este desequilibrio podría hacer que las mujeres con el síndrome de ovario poliquístico tengan serias dificultades para quedar embarazadas.

Síntomas del síndrome de ovario poliquístico

La falta crónica de ovulación o la deficiencia de ésta es el principal síntoma del síndrome.
Hay un conjunto de otros síntomas que pueden ayudar a detectar la dolencia, como son:

Atrasos en la menstruación .
Incremento anormal de pelos de la cara, abdomen y senos.
Aumento de peso.
Acné .

En situaciones más severas, se pueden desarrollar problemas de diabetes, cardiacos, de fertilidad y cáncer endometrial.

Diagnóstico del síndrome de ovario poliquístico

Para proceder a un adecuado diagnostico del síndrome de ovario poliquístico se requiere además de un minucioso examen clínico, la realización de ecografía ginecológica y análisis que comprendan la cuantificación de hormonas tales como la folículo luteinizante, estimulante, testosterona, estrógeno, prolactina y tiroideas.

A través del ultrasonido el síndrome se presenta con el aparecimiento de múltiples folículos en la superficie de cada ovario. Este examen debe ser realizado los días 3 y 5 del ciclo menstrual de la mujer. Si no hay ningún inconveniente, se debe optar por la técnica de ultrasonido transvaginal.

No se debe considerar la presencia del síndrome cuando las pacientes con señales de quistes en los ovarios no presenten desordenes en su ovulación o hiperandrogenismo.

Es necesario resaltar que si la mujer está tomando píldoras anticonceptivas, los resultados de la ecografía pueden resultar no muy confiables. Si se observa algún problema con algún folículo o cuerpo lúteo se deben repetir el ultrasonido en el siguiente ciclo menstrual para definir un diagnostico adecuado.

Tratamiento del síndrome de ovario poliquístico

La forma de tratamiento del síndrome va a depender de los síntomas que la paciente presente y de si ella pretende quedar embarazada o no.

Los principales tratamientos son:

Anticonceptivos orales: Si no se desea el embarazo, muchas mujeres se benefician con el consumo de estos. La píldora produce mejoría de los síntomas que tienen que ver con la aparición de pelos, espinillas, irregularidad menstrual y cólicos menstruales.

Cirugía: en función de la eficiencia del uso de anticonceptivos, cada vez más el procedimiento quirúrgico para este síndrome, ha ido abandonándose.

Antidiabetogénicos orales: en vista de que el síndrome está asociado a la resistencia a la insulina, uno de los tratamientos disponibles es por medio de medicamentos para la diabetes.

Dieta y actividad física: simultáneamente a las medidas terapéuticas el especialista indicará un régimen alimenticio personalizado y un esquema de actividades físicas.
Inducción de la ovulación: si la paciente quiere planificar su embarazo, el médico deberá tratarla para inducir la ovulación, no sin antes evaluar y descartar otras causas de su infertilidad. Esta inducción no se debe indicar si no se está intentando el embarazo.

El síndrome de ovario poliquístico es una dolencia que puede producir graves daños a la salud ginecológica de la mujer, pudiendo inclusive llevar a la infertilidad. Por lo cual es importante que si se presenta algún síntoma de la enfermedad o si se pertenece a algún grupo de riesgo, se busque la asistencia de un especialista en ginecología para chequear a la paciente y de ser necesario aplicar un tratamiento adecuado.

Vídeo sobre síndrome de ovario poliquístico

Aquí os mostramos un vídeo sobre el síndrome tratado hoy. De buen seguro será un vídeo muy útil y que despejará alguna de las dudas que pueda haber al respecto.

Es importante difundir a información sobre éste y otros síndromes, ya que no suele relacionarse a esta clase de enfermedades cuando los síntomas empiezan a aparecer. Facebook, twitter, Google+, en definitiva, comparte en tu red favorita.

Síndrome de Moebius

El Síndrome de Moebius consiste en un raro disturbio neurológico complejo, que se caracteriza por parálisis facial. La parálisis puede ser total (cuando no se consigue realizar ningún movimiento con los músculos del rostro), o parcial (cuando se pueden realizar algunos movimientos aunque reducidos). Se ven afectados los movimientos de los ojos y los de la cara que expresan emociones.

Causas del síndrome de Moebius

Las causas del síndrome aun no están claras, algunas investigaciones señalan que ocurre una deficiencia en la formación del nervio motor que inerva los músculos de la cara. Otras indican que hay ausencia de tejido muscular para la realización de los movimientos.

También existe la teoría que defiende que el síndrome sea hereditario, mientras otras proponen que la causa sea teratogénica (malformación originada durante el embarazo y causada por agentes químicos o físicos, así como por algunos medicamentos ingeridos por la madre).

Uno de los medicamentos que pudiera estar involucrado en la aparición del síndrome seria el misoprostol, también conocido comercialmente como citotec, que es utilizado para el tratamiento de ulcera gástrica y es usado de forma clandestina para provocar abortos. Cuando el aborto al consumir este medicamento, no ocurre el desarrollo del embrión se ve perjudicado y el niño puede nacer con el Síndrome de Moebius.

Síntomas del síndrome de Moebius

Las manifestaciones más frecuentes del Síndrome de Moebius incluyen:

  • Falta de expresión facial
  • Incapacidad para sonreír
  • Estrabismo
  • Ausencia de movimientos laterales de los ojos
  • Fisura de los parpados
  • Dificultad para cerrar los ojos y por ende resecamiento de la cornea
  • Debilidad muscular en la parte superior del cuerpo
  • Hipoplasia de mandíbula
  • Lengua pequeña o mal formada
  • Alteraciones de los dientes
  • Problemas de habla y auditivos
  • Malformaciones de extremidades como polidactilia y sindactilia (dedo extra y dedos unidos respectivamente)
  • Retardo mental
  • Hernia umbilical
  • Pies torcidos

Diagnóstico del síndrome de Moebius

El Síndrome de Moebius ha sido clasificado de dos formas:
Síndrome clásico: corresponde al 60 % de los casos y se caracteriza por parálisis bilateral completa o incompleta de los nervios facial y abducente.
Síndrome debido a otras anomalías: corresponde al 40% de los casos.

El diagnostico clínico puede ser realizado inmediatamente después del nacimiento, ya que se detecta una falta de expresión facial en el recién nacido, así como la ausencia de succión, teniendo que hacer alimentación asistida para el bebé.

También puede ser detectado el cierre incompleto de los parpados durante el sueño, conocido como fenómeno de Bell.

El paciente no presenta visión periférica como consecuencia del estrabismo, haciendo esto que el mismo haga movimientos constantes de rotación de la cabeza hacia los lados.

Como con muchas enfermedades raras, uno de los aspectos más frustrantes de quien presenta el síndrome es la falta de conocimiento del problema por parte de los profesionales del área medica, por causa de esto, muchos niños sin diagnosticados de forma correcta solo después de meses del nacimiento.

Las alteraciones de la expresión del rostro pueden ser confundidas muchas veces con otros síndromes y en el caso de una equivocación en el diagnostico, estos pacientes son sometidos a tratamientos incorrectos, y además de no conseguir desarrollarse adecuadamente pueden sufrir problemas psicológicos.

Tratamiento del síndrome de Moebius

El Síndrome de Moebius hasta el momento no tiene cura, el tratamiento que se realiza es con la intención de proporcionar una mejor calidad de vida al paciente, lo cual incluye procedimientos quirúrgicos (ortopedia y estrabismo), fisioterapia, fonoterapia y terapia ocupacional.

Puede recomendarse el uso de lágrimas artificiales, instrumentos para la alimentación y sellos oculares nocturnos.

Es necesario dar una atención especial a la cavidad bucal de estos pacientes, ya que  ellos son más susceptibles de desarrollar caries y enfermedades de las encías.
En el caso de alteraciones neurológicas, el neurólogo deberá recetar algunos medicamentos específicos para cada caso.

La cirugía plástica reconstructiva del rostro puede ser realizada en casos individuales; también puede considerarse la transferencia de nervio y musculo a las esquinas de la boca para proporcionar la facultad de sonreír.

 Vídeo-Documental sobre el síndrome de moebius

En el vídeo que mostramos a continuación, podemos ver como se realizan preguntas sobre el síndrome de moebius a gente de a pie, y el desconocimiento es absoluto. En extensión, es un documental que merece la pena ver para conocer mejor el síndrome en cuestión.

Espero que te haya gustado el artículo y si es así, que lo compartas en tu red social favorita. Toda aquella persona con síndrome de Moebius te lo agradecerá.

Síndrome de Horner

El Síndrome de Horner es una condición rara que se produce por una lesión del tracto simpático que hace parte del sistema nervioso autónomo, el cual a su vez es el que controla las funciones involuntarias del organismo (latidos cardiacos, movimientos musculares, intestinales, funciones oculares, etc.). Específicamente los nervios lesionados son los que viajan del cerebro para los ojos y el rostro.

El Síndrome de Horner por sí solo no es una enfermedad, por el contrario, es una señal de otro problema médico, como un accidente vascular cerebral, tumor o lesión de la medula espinal; en algunos casos sin embargo no hay causa aparente para el síndrome.

En este síndrome generalmente se ve afectado solo un lado del rostro, teniendo como síntomas principales la caída del parpado, disminución de la pupila y de la sudoración del lado del rostro afectado.

Causas del síndrome de Horner

El Síndrome de Horner puede ser de origen congénito o adquirido, sin embargo se considera que solo el 5 % de los casos son congénitos.
Son muy diversas las causas del síndrome, algunas de ellas son:

  • Lesiones del tracto simpático, en la región por donde pasan las vías simpáticas por el tronco cerebral, por la medula, en la salida de los nervios que van para la cara y los ojos y hasta en los propios nervios que cargan las fibras simpáticas para la cara saliendo desde la medula.
  • Lesiones como tumores o hemorragias cerebrales en el lugar de origen de la vía, en el hipotálamo o tálamo pueden causar el problema, pero no de forma aislada, esto es, siempre hay otros síntomas que sugieren problemas cerebrales.
  • Placas de esclerosis múltiple en la región del hipotálamo o medula también pueden causar el Síndrome de Horner.
  • Lesiones del tronco cerebral.
  • Lesiones de la medula, generalmente encima de la segunda vertebra torácica o dorsal.
  • Cirugías del cuello, de la cavidad torácica, laringe, pueden lesionar la cadena simpática y llevar a la aparición del síndrome.
  • Tumores localizados en el cuello, en la parte más alta del pulmón, la laringe, los ganglios linfáticos cervicales, lesiones de aorta o carótida.
  • Cirugías de la tiroides también pueden ser la causa del Síndrome de Horner.
  • Cefaleas muy intensas de característica unilateral, que duran entre 15 minutos y 3 horas (cefaleas en salvas).

Síntomas del síndrome de Horner

Las señales o síntomas del Síndrome de Horner generalmente ocurren en un solo lado del rostro y normalmente contemplan:

  • Caída del parpado superior (ptosis palpebral) y ligera elevación del inferior
  • Reducción de la pupila en el ojo afectado (miosis)
  • Transpiración disminuida o ausente en el lado afectado del rostro (anhidrosis)
  • Inyección conjuntival (ojo rojo)
  • Son raros los casos de Síndrome de Horner al nacer, no obstante en estas situaciones, el iris del ojo afectado puede ser de color más claro que el del otro ojo del bebé.

Diagnostico del síndrome de Horner

Para la realización del diagnostico del Síndrome de Horner, el médico debe hacer una evaluación completa del historial médico del paciente, así como realizar un examen físico completo.

Se debe realizar en forma primaria una prueba de dilatación de la pupila. Normalmente se observa que el paciente dilatará de forma más lenta que lo normal, para lo cual el médico colocará gotas de un medicamento en el ojo para forzar la dilatación de la pupila. La forma como el paciente responda al colirio ayudará a confirmar o negar el diagnostico del síndrome.

Si se llega a confirmar el Síndrome de Horner, probablemente se requieran otras pruebas para determinar la causa del mismo, algunas de estas pruebas pueden incluir:

  • Radiografía de tórax, para buscar algún tumor u otra condición que pueda estar afectando a los nervios simpáticos del rostro
  • Resonancia magnética nuclear de la cabeza, cuello y pecho para identificar tumores, señales de disección de la carótida, accidente vascular cerebral y cualquier otra condición que pueda afectar a los nervios simpáticos del rostro
  • Exámenes de sangre y de orina

Tratamiento del síndrome de Horner

En general no existe tratamiento específico para el Síndrome de Horner, este va a depender de la causa del mismo. Muchas veces el síndrome desaparece cuando una condición médica paralela que lo esté causando sea efectivamente tratada, por lo cual el tratamiento de los casos está dirigido a la erradicación de la enfermedad que produce el síndrome.

Vídeo síndrome de Horner en gato

En esta ocasión, y sin que sirva de precedente, os mostramos el caso de una gatita de 15 años con síndrome de Horner. Una vez entendamos lo que le sucede a este precioso animal, nos resultará sencillo aplicarlo al ser humano.

El síndrome de Bernard-Horner no es un síndrome grave, pero como hemos podido leer en el artículo, conviene erradicar la enfermedad que lo provoca y eliminar así esos molestos síntomas. Desde Síndrome D, te pedimos que compartas esta información en las redes sociales. El saber no ocupa lugar 🙂

Síndrome de Gilbert

El Síndrome de Gilbert también denominado disfunción hepática constitucional, es una enfermedad genética que se ha descrito como una combinación de síntomas de una ictericia benigna pero continua o crónica que ocurre sin ninguno de los otros síntomas de la infección hepática.
No se considera como una enfermedad grave y no desencadena problemas mayores de salud.

Causas del síndrome de Gilbert

Es causado por la alteración en un gen, que impide la degradación de la bilirrubina, haciendo que esta se acumule en la sangre y así desarrollándose el aspecto amarillo de la piel y los ojos que caracteriza a la enfermedad.

Los glóbulos rojos tienen una vida media de 120 días, cuando estos envejecen, son llevados hacia el bazo donde son destruidos, liberándose un pigmento llamado bilirrubina; este a su vez es transportado hacia el hígado donde será metabolizado y eliminado con las heces.

Una de las señales típicas de un hígado enfermo es la perdida de la capacidad del mismo de metabolizar las bilirrubinas, haciendo que estas se acumulen en la sangre y posteriormente se depositen en la piel, ocasionando ese tono amarillento de la piel y los ojos llamado ictericia.

Existen dos tipos de bilirrubina; la no conjugada o indirecta que es la que no ha sido procesada por el hígado y la directa o conjugada que es la que ya pasó por el hígado pero todavía no ha sido excretada a través de las heces.

La única forma de que el cuerpo elimine la bilirrubina indirecta producida diariamente por la destrucción de las células sanguíneas viejas, es a través de su conjugación en bilirrubina directa en el hígado. Solamente la directa puede ser excretada en la bilis para ser eliminada con las heces impidiendo así su acumulación. Entonces la ictericia puede ser causada por la acumulación de la bilirrubina indirecta cuando el hígado no consigue transformarla en directa.

Síntomas del síndrome de Gilbert

Como en una persona con Síndrome de Gilbert el hígado no puede procesar constantemente a la bilirrubina, su sangre tendrá elevados niveles de dicho pigmento, produciéndose así una coloración amarilla en la piel y en los ojos.
Otros síntomas que pueden ocurrir cuando se tiene el Síndrome de Gilbert son:

  • Pérdida de apetito
  • Nauseas
  • Fatiga
  • Debilidad
  • Orina oscura
  • Dolor abdominal

Personas con el síndrome tienen episodios de hiperbilirrubinemia leve que ocurren cuando el cuerpo está bajo situaciones de estrés (deshidratación, ayunos prolongados, actividad física muy intensa, enfermedades o menstruación).

A pesar de la apariencia con ictericia que produce el síndrome, el funcionamiento del hígado es normal, no se produce cirrosis hepática, cáncer de hígado o esteatosis (hígado graso).

Diagnostico del síndrome de Gilbert

En la actualidad no hay ninguna prueba genética establecida para detectar el Síndrome de Gilbert.
Se presenta la sospecha de que el paciente pueda estar padeciendo del síndrome cuando se observan niveles elevados de bilirrubina. El médico tratante puede prescribir varios análisis sanguíneos y un ultrasonido del hígado para certificar que no exista ninguna otra causa medica.

Como los niveles de bilirrubina en sangre pueden cambiar rápidamente, se debe recomendar la repetición de los exámenes al menos dos veces.

El examen de ADN puede confirmar el diagnostico del síndrome, sin embargo no siempre es necesario o está disponible este tipo de análisis genético.

Tratamiento del síndrome de Gilbert

No existe ningún tratamiento específico para este síndrome, sin embargo algunos cuidados son necesarios, puesto que algunos medicamentos utilizados en el combate de otras enfermedades, pueden no ser metabolizados en el hígado como el anticancerígeno Irinotecan y el antiviral Indinavir.

No se aconseja a los pacientes portadores del síndrome el consumo de bebidas alcohólicas.
Es importante tener una dieta balanceada que incluya con frecuencia legumbres, nueces, semillas, frutas y verduras. El 40 % de la dieta debería estar compuesto por frutas y vegetales.
Algunas recomendaciones adicionales incluyen:
Tomar al menos 8 vasos de agua al díaEvitar el consumo de alimentos procesados y refinados como los azucares refinados, alimentos con alto contenido en grasas, frituras, café, té y refrigerantes
Evitar los excesos de comida haciendo pequeñas raciones en forma regular
Evitar edulcorantes artificiales.

Vídeo sobre síndrome de Gilbert

El Dr. Gustavo Braslavsky, allá por 2009, nos simplifica y resume bastante bien el síndrome de Gilbert con un vídeo.

Comparte este artículo en la red social que más te guste y ayuda a espolvorear las partículas de la cultura. Este tipo de información es casi desconocida para la mayoría de los mortales.

 

Síndrome de Fournier

El Síndrome de Fournier o gangrena de fournier es producto de una infección bacteriana en la región genital y provoca muerte celular, llevando al surgimiento de síntomas semejantes a los de la gangrene, como son oscurecimiento de la piel, olor fétido e inflamación de la región; tiene mayor incidencia en hombres (sin embargo se han descrito en mujeres, específicamente en la vulva), niños y ancianos con cuadro clínico debilitado, tiene cura y no es contagioso.

Se que muchos visitantes que acaban en este artículo de esta web, esperaban encontrarse otra cosa, como la archiconocida y famosa marca de Naipes Heraclio Fournier, fabricantes y líderes mundiales en este sector, que crean cartas de naipes personalizados, naipes de póker, naipes para casino, pero que poco o nada tienen que ver con este síndrome tan poco agradable; bueno, podríamos decir que cuando uno ve ciertas imágenes de esta enfermedad, se queda con una ligera cara de Poker.

Tras esta breve introducción, lo mejor será que nos embarquemos en el estudio y comprensión de este duro pero evitable síndrome que nos ocupa.

Causas del síndrome de Fournier

El síndrome es causado por la proliferación de la bacteria Escherichia coli y de otros microorganismos como, estafilococos, bacterias entéricas y estreptococos, su ocurrencia se ha relacionado con factores como:

Falta de higiene
Obesidad mórbida
Trombosis y mala circulación sanguínea en la región genital
Lesiones con formación de hematomas
Diabetes
Pliegues en la piel que acumulan bacterias
Cirrosis, debida al consumo excesivo de drogas y bebidas alcohólicas
Elevado consumo de antibióticos

Síntomas del síndrome de Fournier

Al inicio del síndrome se presentan edema y eritema súbitos. Luego ocurre el oscurecimiento del área genital que puede progresar hacia una gangrena. El olor es muy fuerte y desagradable debido a que la infección provoca la muerte de algunas células. Generalmente se produce un enfisema subcutáneo.

El Síndrome de Fournier produce un dolor intenso e hipersensibilidad local en los genitales. Es común sentir un malestar generalizado y el dolor empeora con el calor. Los efectos variaran de acuerdo con la sensibilidad del organismo. Generalmente mientras mayor es el grado de necrosis, mayores serán los efectos sistémicos. En líneas generales los síntomas del síndrome son:

Fiebre
Astenia
Dolor de cabeza
Dolor y sensibilidad en los genitales
Gangrena
Vómitos
Alteraciones mentales
Taquipnea (aumento de frecuencia respiratoria)
Crepitaciones subcutáneas (crujido causado por la presencia de aire atrapado bajo la piel)
Drenaje purulento de ciertos fragmentos de tejidos

Diagnostico del síndrome de Fournier

Por tener síntomas fácilmente perceptibles por el paciente, la gangrena de fournier normalmente es diagnosticado desde el inicio. La historia de los hábitos y enfermedades del portador serán evaluadas por el médico, quien también solicitará exámenes físicos y de laboratorio para diagnosticar la infección.

Procedimientos como la palpación cuidadosa de la región genital y perianal, así como un examen de toque rectal también están indicados. Heridas y tejidos blandos también deben ser chequeados, así como la sensibilidad en estos sitios deberá ser tomada en cuenta. Hemogramas, pruebas de la función renal, electrolitos, ultrasonografía y tomografía computadorizada también son utilizadas para definir el diagnostico.

Tratamiento del síndrome de Fournier

Es primordial que los tratamientos para el Síndrome de Fournier sean indicados por un urólogo en el caso de los hombres y por un ginecólogo en las mujeres, normalmente el tratamiento del síndrome se lleva a cabo con el auxilio de antibióticos, como la amoxicilina, penicilina, clindamicina, cefalosporina y metronidazol, bien sea administrados vía oral o endovenosa.

Para alcanzar resultados satisfactorios, el tratamiento debe ser seguido de manera estricta, la automedicación no se recomienda en lo absoluto, puesto que puede empeorar considerablemente el cuadro clínico del paciente.

Si se diagnostica de forma precoz y se trata de manera adecuada, el síndrome tiene pronósticos muy favorables, con elevados chances de curación. Solamente en casos muy avanzados de la enfermedad se hacen necesarios procedimientos quirúrgicos.

Para evitar que la infección se propague por otras partes del cuerpo, el tejido muerto deberá ser retirado por medio de cirugía. En diagnósticos mas complicados, el intestino y la vejiga pueden verse comprometidos, por lo cual será necesario el uso de bolsas recolectoras de orina y heces.

También se requerirá cirugía en los casos en los cuales la infección sea en la región testicular, y el uso de medicamentos no surta efecto. En este caso la operación se hace inevitable y el órgano removido, por lo cual en la mayoría de los casos los hombres necesitaran acompañamiento psicológico para aceptar este cambio en su cuerpo.

La prevención contra el Síndrome de Fournier se realiza principalmente con la higiene de la región genital. Personas con predisposición para el síndrome (diabéticos, obesos, consumidores de alcohol y drogas), deben realizar visitas periódicas al médico para evitar la proliferación de las bacterias que causan esta infección.

Vídeo explicativo sobre síndrome de Fournier

En este vídeo, aunque con resolución algo deficiente, nos explica un doctor experto en el síndrome que nos ocupa algo más de esta rara pero potencialmente mortal enfermedad gangrenosa.

Ya hemos visto que este síndrome se da, sobretodo, como consecuencia de una dejadez y/o malos hábitos de la persona que lo acaba padeciendo. No obstante, debemos ayudar a superar en la medida de lo posible este mal trance a estos pacientes y compartir esta información puede ser uno de los pasos más sencillos a realizar.

 

Síndrome de Hellp

Este síndrome es una complicación gestacional grave, poco conocida y de difícil diagnóstico, que puede ocasionar la muerte de la madre y también del bebé.

Causas del síndrome de Hellp

La etiología del síndrome Hellp está directamente relacionada con la pre-eclampsia (hipertensión arterial acompañada de proteinuria después de las 20 semanas de gestación) y tiene origen en el desarrollo placentario defectuoso, estrés oxidativo y lesión endotelial, especialmente en los vasos hepáticos.

Es llamado síndrome porque involucra un conjunto de síntomas, y Hellp en función de la abreviación de los términos en inglés, que quieren decir H: hemolisis (fragmentación de las células sanguíneas); EL: elevación de enzimas hepáticas y LP: bajo contaje de plaquetas (células que ayudan en la coagulación sanguínea).

Síntomas del síndrome de Hellp

Los síntomas del Síndrome de Hellp pueden confundirse fácilmente con los de la pre-eclampsia grave, los cuales son:

Dolor en la parte alta o central del abdomen
Dolor de cabeza
Nauseas
Vómitos
Alteración de la visión
Presión arterial alta
Malestar generalizado.

Cuando el síndrome se agrava, puede presentarse edema pulmonar agudo, insuficiencia renal, fallo cardiaco, hemorragias y ruptura del hígado, pudiendo ocasionar la muerte materna.

La gestante que presente señales o síntomas del Síndrome de Hellp debe consultar inmediatamente al obstetra y acudir a un centro de emergencia, principalmente si sufre de pre-eclampsia, diabetes, lupus o problemas del corazón o de los riñones.
Los síntomas de este síndrome, normalmente surgen durante el embarazo, pero también pueden presentarse en el periodo de postparto.

Diagnóstico del síndrome de Hellp

De manera general es importante la realización de los siguientes exámenes:

Contaje de plaquetas
Creatinina en suero
Deshidrogenasa del ácido láctico
Ácido úrico
Niveles de bilirrubina
Transaminasas

Estos análisis se deben realizar también durante el control pre-natal como forma de prevención. Mientras mejor sea la asistencia pre-natal, menor es la posibilidad de complicaciones obstétricas.

Es importante destacar que las alteraciones clínicas y de los exámenes de laboratorio hacen parte del cuadro de otras patologías, lo que puede confundir al profesional de la salud y retardar el diagnostico y como consecuencia el establecimiento de una conducta médica adecuada.

La enfermedad puede ser clasificada en dos tipos; completa cuando presenta todos los criterios diagnósticos de laboratorio como son: plaquetopenia, hiperbilirrubinemia, aumento de enzimas hepáticas y frotis anormal de la sangre periférica; e incompleta o parcial cuando se presentan uno o más de los criterios diagnósticos pero no todas las alteraciones de los resultados de las pruebas de laboratorio.

Tratamiento del síndrome de Hellp

En principio como abordaje terapéutico se debe evaluar la situación global de la gestante. Es necesario chequear el estado general, confirmar el diagnostico de laboratorio, hacer el diagnostico diferencial, estabilizar las condiciones vitales, principalmente las anormalidades del sistema de coagulación, además de combatir la hipertensión arterial y realizar la profilaxis.

No obstante es importante destacar que el único tratamiento capaz de frenar los efectos del Síndrome de Hellp, es el termino de la gestación, que puede ser hecho a través de cesárea o inducción del parto, principalmente después de las 34 semanas de embarazo, de modo de evitar la muerte de la madre y el sufrimiento del feto.

En el caso de que la gestante presente un cuadro estable y menos de 34 semanas de embarazo, el médico puede optar por suministrar medicamentos para inducir la madurez pulmonar del feto para poder realizar el parto antes de término, reduciendo así las complicaciones neonatales; siempre manteniendo internada a la madre para un monitoreo constante de la evolución del embarazo.

Si la embarazada tiene menos de 24 semanas de gestación, este tipo de tratamiento puede no ser eficaz, siendo necesario interrumpir el embarazo.
No hay prevención para este síndrome, sin embargo el diagnostico precoz del mismo aumenta las posibilidades de que la madre y el bebé sobrevivan.

Vídeo sobre síndrome de Hellp

Hoy les dejamos un vídeo sobre una madre que sufrió el síndrome de Hellp; no hay nada más clarificador que un caso personal.

Es un síndrome que puede conllevar la muerte de la madre, del bebé o incluso de ambos. Todo el apoyo desde Síndrome D para aquellas madres afectadas, seguro que todo sale bien, y un abrazo sumamente afectivo para aquellos casos con resultado negativo para madre o hijo. Como siempre pedimos desde la web de Síndromes, compartir = ayuda. ¡No lo dudes y comparte!

Síndrome de Ehlers-Danlos

El síndrome de Ehlers-Danlos, se conoce también por el nombre de síndrome del hombre elástico, se trata de una patología rara hereditaria del tejido conjuntivo, debida a un defecto en la síntesis de colágeno. Lo que lleva a una enorme elasticidad de quien la padece, haciendo que la piel se pueda estirar fácilmente y doblar las articulaciones más allá de lo normal.
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Síndrome de Edwards

El Síndrome de Edwards, es una dolencia genética también conocida como trisomía 18, debido a que es causado por una trisomía del cromosoma 18 (condición en la que una persona posee 3 copias del cromosoma 18 en lugar de 2).
Existen varios tipos del síndrome, completo, parcial o aleatorio. Para cada tipo hay una serie de peculiaridades que perjudican mucho la calidad de vida de los portadores.

Cariotipo del síndrome de edwards

Como en el caso del síndrome de patau y su trisomía o copia extra del cromosoma nº 13, en esta ocasión, y refiriéndonos siempre al síndrome de Edwards, la copia extra se produce en el cromosoma nº 18, tal y como vemos en la imagen. Lo que parece una leve alteración cromosómica, provoca enfermedades tan sumamente mortales como en el caso de los síndromes Patau y Edwards (entre otros).

Causas del síndrome de Edwards

Las trisomías son problemas genéticos en los que una persona nace con una copia extra de algún cromosoma.

La trisomía ocurre durante la división celular, el bebé nacerá con una copia extra en alguno de los 23 pares de cromosomas, dando como resultado un total de 47, en lugar de los 46 cromosomas con los que un individuo saludable nace. En el caso del síndrome de Edwards el problema ocurre en el par de cromosoma numero 18.

Es importante destacar las características de los tres tipos de trisomía 18:
Trisomía 18 completa: es el tipo más común del Síndrome de Edwards, ocurre en aproximadamente el 95 % de los casos y se refiere al hecho de que el cromosoma extra está presente en todas las células del cuerpo del paciente; no es hereditario.

Trisomía 18 parcial: son síndromes muy raros y ocurren cuando apenas parte de un cromosoma extra está presente. Estos casos pueden tener origen hereditario. Las personas afectadas tienen las dos copias del cromosoma 18 y un pedazo parcial de material extra del cromosoma 18.

Trisomía 18 aleatoria: este tercer tipo del Síndrome de Edwards también es extremadamente raro, y ocurre cuando el cromosoma extra está presente en algunas pero no en todas las células del cuerpo, no es hereditario y ocurre de forma aleatoria durante la división celular.

El Síndrome de Edwards está directamente relacionado con la edad de la madre. Mujeres mayores de 35 años son más propensas a tener hijos con trisomía 18. Para el bebé, la enfermedad ocurre en mayor proporción en niñas que en niños.

Síntomas del síndrome de Edwards

Las características presentadas por los portadores de este síndrome son:

  • Cráneo con occipital prominente (imagen A).
  • Micrognatia (mandíbula muy pequeña que dificulta la alimentación del bebé).
  • Orejas más bajas que lo normal.
  • Pies torcidos congénitos.
  • Deformidades en los dedos de las manos (imagen B).
  • Enfermedad cardiaca congénita.
  • Bajo peso al nacer.
  • Debilidad muscular.
  • Poco apetito.
  • Problemas de crecimiento.
  • Llanto débil.
  • Rigidez muscular extrema.
  • Dedos sobrepuestos (imagen B).
  • Uñas mal desarrolladas (imagen B).
  • Piernas cruzadas.
  • Hernia umbilical.
  • Palmas de las manos y plantas de los pies muy arrugadas.
  • Boca pequeña y triangular.
  • Estenosis pulmonar y aortica.
  • Defectos en los septos auricular y ventricular.
  • Mal formación renal.
  • Mamilas pequeñas y muy distantes una de la otra.
  • Genitales anormales.
  • Cuello corto.
  • Mayor presencia de pelos.
  • Anomalías cerebrales.
  • Malformación de los ojos.
  • Anomalías vertebrales.
  • Malformación de los miembros (Imagen C).

Diagnóstico del síndrome de Edwards

Generalmente el diagnostico del Síndrome de Edwards es realizado durante la gestación, en función de los exámenes pre-natales, sin embargo en algunos casos puede suceder que la enfermedad solo es descubierta después del parto

Exámenes de imagen solo indican el riesgo o probabilidad de que el niño tenga trisomía 18. Son más bien basados en datos estadísticos de grupos control. Por lo tanto el diagnostico más preciso se confirma por medio del estudio del cariotipo en donde se observe la presencia de una copia extra del cromosoma 18.

Tratamiento del síndrome de Edwards

Las complicaciones producto del Síndrome de Edwards varían mucho de acuerdo con el paciente, principalmente ocurren por causa de los defectos congénitos, del atraso mental y físico y de la malformación de órganos vitales como riñones y corazón.

Aproximadamente el 50 % de los niños que nacen con el síndrome no sobreviven la primera semana de vida. Sin embargo algunos bebés pueden vivir por muchos años, a pesar de las claras limitaciones y problemas de salud que puedan surgir.

Siendo un síndrome con múltiples síntomas, el tratamiento del paciente debe ser acompañado de cerca por un equipo médico multidisciplinario, donde cada uno de los especialistas es responsable por una parte de los síntomas, además es importante el aporte de psicólogos y psiquiatras que puedan también atender a los familiares del paciente.

Vídeo sobre el Síndrome de Edwards o Trisomía 18

Os enlazamos un vídeo explicativo sobre el síndrome en cuestión de 10 minutos de duración.

Cuando hablamos que hay una mortalidad del 50% en nacimientos, no estamos ante un síndrome cualquiera. Conviene tratarlo con respeto, ayudando a difundir la información que sobre él se refiere. Cualquier ayuda es bienvenida, y un simple «me gusta» o «compartir» en tu red social favorita puede resultar una ayuda inmensa.

 

Síndrome de burnout (desgaste profesional)

La respuesta al estrés laboral crónico se denomina síndrome de burnout (estar quemado), un conjunto de síntomas propios de las personas con desgaste emocional producido por el trabajo. Suele ser más frecuente en profesiones que impliquen el cuidado directo de otras personas, como la docencia y la medicina.

Definido por primera vez en los años 70, el síndorme de burnout o desgaste profesional escribe a las personas que relegan sus necesidades emocionales a un segundo plano en favor de las personas con las que trabajan, o por las que trabajan (profesores, médicos, enfermeros). Como resultado, se producen determinados síntomas emocionales y físicos que pueden comprometer la salud.

Cualquier persona puede desarrollar este síndrome independientemente del trabajo que ejerza, por ejemplo, a causa de cargas familiares. El síndrome de burnout no surge de manera repentina, sino que suele desarrollarse durante un periodo de tiempo largo. Las personas con una alta motivación y compromiso iniciales se resignan poco a poco y se retraen cada vez más socialmente. Más adelante aparecen molestias físicas como cefaleas, cansancio, trastornos del sueño, problemas gastrointestinales o signos de depresión.

Las causas del síndrome de burnout son múltiples y pueden variar considerablemente. Por lo general, las cargas intensas de diversa índole o el estrés continuado, ya sea laboral o familiar, desempeñan un papel en su aparición, especialmente cuando al mismo tiempo el trabajo del individuo no se ve reconocido, o no en suficiente medida, o el paciente supera el estrés de manera desfavorable para sí mismo. Las personas que padecen el síndrome de burnout no se preocupan lo bastante por concederse fases de calma y relajación, y reprimen durante mucho tiempo las señales de alarma de su cuerpo.

A la hora de tratar este síndrome es clave que los pacientes reconozcan que precisan ayuda y la acepten. A largo plazo es imprescindible que modifiquen los patrones de conducta y hábitos que han seguido hasta entonces y otorguen importancia a un estilo de vida saludable. Los pacientes han de aprender a identificar y atender sus propias necesidades, y lograr un equilibrio entre la rutina laboral y la relajación. Las personas que buscan ayuda a tiempo y colaboran activamente en el tratamiento cuentan con buenas perspectivas de mejora.

Definción

El término inglés burnout significa estar quemado. El síndrome de burnout (desgaste profesional) se definió por primera vez en los años 70 y describe un estado de completa fatiga física, emocional y mental, acompañado de una disminución de la capacidad de rendimiento.. Las personas que padecen este trastorno sienten un agotamiento extremo y, con frecuencia, vacío interior.

El síndrome de burnout afecta sobre todo a individuos con profesiones sociales u otros trabajos en los que es necesario ocuparse de otros. Entre los empleos que presentan mayor riesgo se encuentran, por ejemplo, el de trabajador social, médico, profesor, enfermero o cuidador de ancianos. Sin embargo, también las personas que pertenecen a otros grupos de profesionales pueden sufrir el síndrome de burnout. Asimismo es habitual que las personas con grandes cargas familiares desarrollen este síndrome.

Incidencia

Se estima que, aproximadamente, el 10% de todos los trabajadores que ocupan puestos en grupos laborales de riesgo (profesores, médicos o enfermeras) están afectados por el síndrome de burnout. Entre el 20 y el 30% de las personas que trabajan en estas áreas corren el riesgo de sufrir el desgaste profesional.

Según diferentes autores, entre un 25% de profesores, de un 30 a un 50% de médicos y de un 20 a un 30% de enfermeros sufren este síndrome (cifras mundiales).

Causas

El origen exacto del síndrome de burnout no está determinado en un 100%. Sin embargo, las posibles causas se encuentran en los esfuerzos o sobrecargas del entorno laboral correspondiente (exceso de responsabilidad, mal clima de trabajo, estrés, conflictos latentes, jerarquías confusas, acoso laboral o miedo a perder el empleo). Se cree que la combinación de factores psicológicos y cargas laborales propicia la aparición de este trastorno.

Afecta normalmente a aquellos trabajadores que se comprometen y están a disposición de los demás, pero cuyo desempeño apenas se ve reconocido por sus superiores tienen un riesgo más elevado de agotar interiormente sus fuerzas. algunos factores de riesgo para el desarrollo de este síndrome son los siguientes:

  • Exceso de responsabilidades
  • Perfeccionismo pronunciado
  • Gran ambición
  • Fuerte sentido de la responsabilidad
  • Ansia de poder solo con todo el trabajo

El desgaste profesional es el resultado de un largo proceso en el que un entusiasmo intenso inicial se trasforma finalmente en desilusión, frustración e indiferencia.

Síntomas

El síndrome de burnout no constituye un cuadro clínico homogéneo, sino que puede manifestar los síntomas físicos o psicológicos más diversos. Estos se desarrollan a lo largo de un periodo de tiempo extenso, y no de manera súbita. Las molestias físicas asociadas al síndrome de burnout no tienen una causa orgánica, son psicosomáticas. Esto quiere decir que los problemas psicológicos derivan en síntomas físicos.

Entre las molestias físicas que pueden presentarse en el síndrome de burnout se incluyen las siguientes:

  • Agarrotamientos o contracturas musculares
  • Cefalea
  • Molestias gastrointestinales (por ejemplo, náuseas, espasmos abdominales o dolor de estómago)
  • Vértigo
  • Trastornos del equilibrio
  • Trastornos del sueño
  • Propensión a infecciones
  • Dificultad para respirar
  • Urticaria
  • Hipertensión
  • Fatiga crónica
  • Palpitaciones o taquicardias

Las molestias psicológicas habituales en el síndrome de burnout son las siguientes:

  • Baja autoestima
  • Mayor vulnerabilidad ante las decepciones o las pérdidas
  • Predisposición al estrés
  • Disminución de la satisfacción laboral
  • Signos de depresión (por ejemplo, abatimiento, tristeza o falta de interés)
  • Falta de implicación
  • Desgaste o daño emocional
  • Pérdida de ideales
  • Infracción de normas
  • Disminución del rendimiento
  • Absentismo
  • Accidentes laborales

Diagnóstico

Las personas que sufren síndrome de burnout (desgaste profesional) perciben, en primer lugar, las molestias físicas o psíquicas y acuden por ello al médico. Para establecer un diagnóstico el profesional sanitario ha de descartar posibles causas físicas de tales molestias. En caso de no hallarse un origen físico del malestar, puede ser conveniente la derivación a un psicólogo, quien está en disposición de ahondar en la situación vital concreta del paciente, analizar los aspectos laborales, familiares o de pareja y detectar las situaciones que conllevan una sobrecarga.

Es necesario descartar una depresión como posible causa de las molestias, si bien no siempre es factible delimitar ambos trastornos con claridad.

Otras causas que deben ser excluidas son las siguientes:

  • Fibromialgia (dolor muscular no inflamatorio)
  • Síndrome de fatiga crónica
  • Trastornos del miedo
  • Trastornos del sueño
  • Hipotiroidismo

Tratamiento

El tratamiento del síndrome de burnout se establece, sobre todo, en función de las molestias concretas que presenta el paciente y de su intensidad. Por tanto, el tratamiento debe adaptarse individualmente al estado del paciente. El inicio temprano del tratamiento favorece el efecto sobre la evolución del trastorno. Además, cuanto antes reconozca y acepte el paciente que necesita ayuda, mejores serán las perspectivas del tratamiento. Tras este primer paso fundamental los pacientes deben tratar de liberarse de las cargas que soportan y evitar en la medida de lo posible aquellos factores que saben que les originan estrés.

Por otra parte, es recomendable reservar tiempo y espacio para las cosas que le hacen disfrutar a uno mismo, como las aficiones, los paseos en la naturaleza o la práctica de deportes. Renovar las relaciones con amigos y familiares que se han desatendido en el pasado también es muy positivo. Mantener los contactos sociales es muy importante, al igual que aceptar la ayuda de amigos o familiares ya que refuerza la autoestima y le muestran a uno que no está solo. Analice su propio perfeccionismo y disminúyalo si es necesario. Haga “la vista gorda” de cuando en cuando. Lo mismo se aplica a las expectativas irrealistas o exageradas respecto a su puesto de trabajo.

Si está dispuesto a aceptar la ayuda de médicos y terapeutas en el tratamiento del síndrome de burnout, puede aspirar a lograr diversas metas. Entre estas se incluyen mejorar sus habilidades sociales y ser capaz de distanciarse mejor de todo. Aprenderá a hacer valer sus intereses frente a los demás y a manejar los conflictos. Ha de poder rechazar los trabajos desagradables y las tareas adicionales. Por ejemplo, en determinadas circunstancias es posible acortar o reducir en número rápidamente las reuniones excesivas o demasiado largas tras discutirlo con el jefe. Los seminarios de gestión del tiempo pueden ayudarle a mejorar la planificación de su horario.

Consejos para la relajación a corto plazo

Existen métodos muy diversos para lograr la relajación, como la práctica de algún deporte, el mindfulness, el yoga o la meditación. Algunas ideas para lograr reducir el estrés a corto plazo:

  • Respirar profundamente y estirarse. Este ejercicio hay que repetirlo durante uno o dos minutos. Un consejo puede ser contar las respiraciones mientras liberamos a la mente del resto de pensamientos.
  • Apartar los pensamientos responsables del estrés y concentrarse en algo agradable, o bien neutro. Por ejemplo, escuchar música o pensar en el próximo destino de vacaciones.
  • Tener pensamientos positivos («sé hacerlo», «puedo lograrlo»).
  • Descargar el estrés físicamente, por ejemplo, realizando ejercicio físico.

Estrategias para superar el estrés

Las personas que sufren síndrome de burnout deben tratar a largo plazo de desarrollar estrategias más efectivas para vencer el estrés cotidiano.

Para ello resultan útiles técnicas de relajación como las siguientes:

  • Relajación muscular progresiva de Jacobson
  • Entrenamiento autógeno
  • Mindfulness
  • Yoga
  • Meditación

Terapia de movimiento con ejercicios isométricos de la región cervical, dorsal y lumbar: estos ejercicios se caracterizan por no variar la elongación del musculo a pesar de cambiar la tensión muscular, por ejemplo, enganchar los dedos a la altura del pecho y hacer fuerza con ambos codos hacia fuera.

Con ayuda de la terapia cognitiva conductual es factible reconocer y modificar de manera específica los patrones de actuación o los enfoques negativos. En ocasiones también puede ser adecuada la terapia psicológica profunda. Cuando las molestias asociadas al síndrome de burnout son muy intensas, en ciertos casos es recomendable someterse al tratamiento psicoterapéutico de forma estable, pautada, en una clínica. Si el síndrome de burnout es acusado, los antidepresivos o los fármacos contra los trastornos del sueño ayudan a corto plazo.

Evolución

Cuando los pacientes reconocen y admiten el hecho de que precisan ayuda y la aceptan, las perspectivas de mejora son buenas a largo plazo.

Si no se trata, el síndrome de burnout se caracteriza en sus estadios iniciales, en sus comienzos, por un intenso agotamiento psicológico y un compromiso excesivo en el trabajo o la familia. Sin embargo, el entusiasmo inicial por el empleo se reduce cada vez más. Los pacientes empiezan a distanciarse internamente de su profesión. En estos casos, se habla de dimisión interior.

La motivación existente en un principio se transforma lentamente en un sentimiento de fracaso. Algunos pacientes muestran de repente una conducta agresiva inesperada y reaccionan cada vez con mayor irritación ante clientes, colegas, alumnos o pacientes. Es posible que lancen reproches generalizados y hostiles a todas las personas de su entorno. Aumentan considerablemente los pensamientos negativos y se incrementan las ausencias en el trabajo.

La vida emocional, social e intelectual queda relegada cada vez más a un segundo plano. Los pacientes pierden el sentido de sus propias necesidades. Las personas con síndrome de burnout reaccionan ante el día a día y las vivencias casi exclusivamente con cinismo, ironía y sarcasmo. Dejan de participar en la vida social y se retraen. Las molestias físicas tales como cefalea, trastornos del sueño y agarrotamiento muscular, aparecen con mayor frecuencia.

En esta fase los pacientes tratan de combatir las molestias con medicamentos y no es inusual que tomen tranquilizantes o estimulantes, así como somníferos y analgésicos. El estrés elevado es un riesgo en el abuso de sustancias estupefacientes como el alcohol, lo que entraña el riesgo de desarrollar una adicción.

Si no se recibe tratamiento, el síndrome de burnout puede progresar y derivar en el peor de los casos en un sentimiento extremo de angustia y desesperanza. Llegados a ese punto muchos pacientes no ven sentido a la vida y es posible que tengan pensamientos suicidas. Por ello es aún más importante que este trastorno se trate a tiempo.

Prevención

Prevenir el síndrome de burnout es posible si se toman medidas tan pronto como aparezcan los primeros indicios de estrés laboral o estrés familiar intenso.

En general todas las medidas para reducir el estrés pueden ayudar a prevenir el síndrome de burnout. Se recomienda encontrar un equilibrio saludable entre las cargas laborales, las cargas familiares y la relajación o el tiempo libre. Los esfuerzos excesivos, ya sea en el trabajo o en el entorno familiar, no deben convertiste en algo permanente. Las sobrecargas deben aparecer solo durante un tiempo breve o reducirse rápidamente.

Reuniones de trabajo periódicas

En el día a día laboral resultan de ayuda, por ejemplo, las reuniones periódicas en las que intercambiar pareceres con compañeros sobre temas de trabajo y, de esta manera, poder clasificarlos mejor en cuanto a su relevancia. Si existen problemas laborales se presenta la posibilidad de elaborar estrategias para solucionarlos junto con los compañeros de trabajo. Además, las reuniones periódicas hacen que uno no se sienta aislado ni tenga la sensación de tener que hacerlo todo solo. En estos encuentros es importante que también se den valoraciones positivas, es decir, que se aprecie el rendimiento de cada empleado.

Entrenar la percepción

Entrenar la percepción de uno mismo y de lo ajeno, descubrir qué circunstancias contribuyen al síndrome de burnout y valorar si pueden modificar. Tratar de delegar tareas en el trabajo y de no hacerse cargo de todo solo. Esforzarse por ser menos perfeccionista.

Aprender a decir no

Determinar cuáles son las necesidades y objetivos vitales, y dónde se encuentran los límites reales. Compensar el estrés durante el tiempo libre y dedicarse a aquellos intereses que relajen y diviertan. Cuidar las relaciones sociales, pero sin comprometerse en exceso con ellas. Aprender a decir no de vez en cuando, tanto en el trabajo como en su círculo de amistades o familiar, en lugar de sacrificarse por los otros.

Es recomendable seguir una alimentación equilibrada con suficiente aporte de fibra, fruta fresca y verdura. Además, es más saludable elegir platos de fácil digestión y evitar las comidas pesadas. El consumo de alcohol y café ha de ser moderado y no debe ser utilizado a diario como un instrumento para liberarse del estrés. Es recomendable abandonar el hábito tabáquico. Practicar al menos 30 minutos de ejercicio al día. Montar en bicicleta, pasear o hacer footing. Estas medidas ayudan a reducir el estrés.

Buscar la relajación

Las técnicas de relajación pueden ser una ayuda para afrontar el estrés del día a día con mayor serenidad. Estas técnicas incluyen, por ejemplo, el entrenamiento autógeno, los ejercicios respiratorios o la relajación muscular progresiva de Jacobson. También el yoga, la meditación, el Qigong y el Tai Chi combaten el estrés. Asimismo es importante encontrar momentos de descanso periódicos en la rutina diaria. En determinadas circunstancias, y en función de la situación personal, puede ser conveniente a largo plazo un cambio de puesto laboral.

Fuentes

Medicina de Familia. Principios y práctica; Robert B. Taylor; 2006; Masson.

Atención Primaria. Conceptos, organización y práctica Clínica; A. Martín Zurzo, J.F Cano Pérez; 2003; Elsevier.

Síndrome de alienación parental

El síndrome de alienación parental es un conjunto de síntomas que se produce en los hijos cuando la madre o el padre aplican diferentes estrategias para que rompa los lazos afectivos con el otro progenitor, creando fuertes sentimientos de ansiedad y de temor hacia este.

Cuando se rompe el nexo conyugal y uno de los padres no puede procesar de forma asertiva el duelo por la separación, se desencadena un proceso de destrucción, venganza y desmoralización del ex cónyuge. En este proceso vengativo, el hijo es utilizado como instrumento de agresividad dirigida al otro padre, con la intención de impedir, obstaculizar y hasta destruir los vínculos con el progenitor.

Causas del síndrome de alineación parental

Son muchas las causas del síndrome de alienación parental, las principales son envidia, venganza, celos y sentimientos posesivos entre otros. En la mayoría de los casos la alienación parental tiene como sujeto activo a la mujer, o sea la madre del niño, que después de la separación no consigue aceptar que el ex cónyuge pueda tener una vida social normal sin su presencia, generalmente debido al sentimiento de odio alimentado por la madre contra el padre, esta desea ver el fracaso de su antiguo compañero, en el ámbito social, profesional, financiero y amoroso.

En este contexto el hijo se convierte para la madre en un vehículo para llamar la atención y chantajear al padre, las causas que promueven esta alienación son diversas.

En la mayoría de los casos el alejamiento del niño del otro padre ocurre por la falta de conformidad del cónyuge con su reciente separación, la insatisfacción del progenitor alienante con las condiciones económicas vividas después del fin del vinculo matrimonial, su nueva situación socio económica o con las razones que condujeron al fracaso del matrimonio, principalmente cuando este sucede por causa de adulterio.

Síntomas del síndrome de alienación parental

Cuando el síndrome de alienación parental ocurre, varios efectos negativos logran afectar al niño sometido a ese proceso de sufrimiento; el niño generalmente presenta un sentimiento de rabia y odio constantes contra el progenitor víctima y en algunos casos hasta por la familia de éste; se niega a visitar, entrar en contacto o dar cualquier tipo de atención al progenitor, con miedo de que éste le pueda hacer algún daño, daño que le ha sido advertido por el progenitor alienante.

Estas falsas informaciones transmitidas al niño, hacen que éste guarde sentimientos negativos con respecto a su otro progenitor, sentimientos que muchas veces son inconsecuentes, impensados y que obviamente no representan la verdad, pero el niño está tan amedrentado que cree fielmente en eso, aún y cuando en el fondo tenga un sentimiento de culpa y de ganas de convivir nuevamente con su otro progenitor.

El niño que padece del síndrome de alienación parental desarrolla depresión, ansiedad y crisis de pánico. Dependiendo de la edad pasa a consumir bebidas alcohólicas y/o drogas para intentar huir de la realidad, presenta baja autoestima, disfunciones en relación a su género y en casos extremos pueden llegar a intentar el suicidio.

Diagnóstico del síndrome de alienación parental

Algunos indicadores que permiten detectar si existen síntomas del síndrome de alienación parental con maltrato son:

– Insultar o desprestigiar al otro padre frente a su hijo, insinuando asuntos de la pareja que no tienen nada que ver con la relación con el o los hijos.
– Impedir el derecho de compartir la vida cotidiana con sus hijos al otro progenitor.
– Implicar al resto de la familia e inclusive a los amigos en las agresiones al ex cónyuge.
– Subestimar o ridiculizar los sentimientos de los niños hacia el otro progenitor.
– Estimular el comportamiento insultante y de rechazo hacia el otro progenitor.
– Ejercer influencia en los niños con falsedades sobre el otro llegando a atemorizarlos. En los niños, el síndrome de alienación parental se logra descubrir cuando éstos tratan de explicar el repudio con razones absurdas e incoherentes. En ocasiones, también suelen copiar palabras propias de su progenitor alienador y que no están acorde con su edad.

Tratamiento del síndrome de alienación parental

El tratamiento del síndrome de alienación parental se lleva a cabo básicamente por medio de psicoterapia. Una intervención terapéutica en el niño puede con el tiempo hacer que este pueda ir superando los hechos que le hacen daño y continuar construyendo su identidad de forma saludable, alejando el riesgo de desarrollar alguna patología a futuro.

También se debe considerar la reaproximación del progenitor victima a su hijo. El progenitor alienante también debe ser sometido a psicoterapia, en algunos países esto puede ser determinado inclusive por mandato judicial, como parte de la penalidad aplicable a quien utiliza de mala fe los sentimientos de sus hijos.

Los padres que pasan por el proceso de la separación deberían siempre evitar las discusiones entre ellos delante de los hijos, este sería el primer paso para evitar que ocurra el síndrome de alienación parental y así evitarle a los hijos cualquier alteración de su bienestar emocional y por ende de su salud tanto física como mental.

Vídeo sobre el síndrome de la alienación parental

En esta entrevista realizada a una psicóloga en la televisión vasca (EiTB) se explica perfectamente el síndrome de alienación parentl y lo que ello conlleva para un niño.

En las separaciones afectivo-sentimentales con nuestra ex-pareja hemos de estar obligados a realizar un gran esfuerzo por nuestros hijos, y que la situación no se desborde causándole un gran dolor que pudiera derivar en cosas más graves. Comparte este artículo si estás de acuerdo con ello y crees que los hijos no se merecen sufrir por la separación de sus padres (no más allá de lo normal, claro).