El Síndrome Pilórico se caracteriza por una obstrucción del canal pilórico impidiendo la evacuación gastro duodenal normal. La obstrucción es causada por la producción de una estrechez del tubo gástrico y el atascamiento puede estar en el antro, en el píloro, en la primera sección superior del duodeno o en el área pos bulbar. Se presentan nauseas, vómitos y dolor en la mitad superior del abdomen.

Causas del síndrome pilórico

Las causas del síndrome pilórico se han distribuido en tres secciones, cuando el síndrome pilórico obedece a una obstrucción localizada en el píloro, antes o después de éste, esto es, la causa puede ser prepilórica, pilórica o pospilórica.

En cada una de estas secciones la obstrucción puede ser por causas adquiridas o congénitas y, al considerar el tubo en sí, el origen del obstáculo del libre tránsito podría ser intraluminal, parietal o extrínseca.

En función de esta división, las causas del síndrome se pueden resumir de la siguiente forma:

-Causa prepilórica:

-Congénitas:
Septo prepilórico (membrana submucosa cubierta por mucosa gástrica. Si hay perforación de ésta, la obstrucción puede ser completa o parcial).
Heterotópia pancreática (tejido pancreático completamente separado del órgano principal).
-Adquiridas:
Cuerpos extraños.
Pólipos gástricos.
Ulcera prepilórica.
Tuberculosis y sífilis.
Estenosis cicatrizal.
Tumores benignos o malignos.

-Causa pilórica:

-Congénitas:
hipertrofia innata.
-Adquiridas:
Cirugía correctiva de estrechamiento del esfínter pilórico.
Hipertrofia.
Deslizamiento de la mucosa gástrica sobre la muscular.
Sífilis y tuberculosis.
Tumoraciones de carácter maligna o benigna.

-Causa pospilórica:

Congénitas:
Duplicación del duodeno
Atresia
Malformación del páncreas
Estrechamiento a nivel de la pinza aorto-mesentérica

Adquiridas:
Cuerpos extraños
Cálculos biliares
Divertículos duodenales
Ulcera péptica
Enfermedad de Crohn
Estenosis cicatrizal
Estenosis posquirúrgica
Tumores benignos o malignos

Síntomas del síndrome pilórico

Como consecuencia de la obstrucción de salida del estomago, el paso del contenido gástrico al duodeno se produce con dificultad, lo que hace que aumente la motilidad gástrica, pero al evolucionar el peristaltismo desaparece, el estomago se vuelve atónico o distendido.

La falta de ingesta y los vómitos que se producen tienen como consecuencia la deshidratación. Las defecaciones se vuelven cada vez más distantes y el paciente puede entrar en un déficit nutricional que lo hace perder peso en forma gradual.

Hay pérdidas de electrolitos del jugo gástrico como los cloruros, potasio y en menor proporción sodio. Esto lleva en una alcalosis metabólica hipoclorémica (que pone en juego mecanismos de compensación respiratorios y renales).

Los síntomas del síndrome pilórico pueden aparecer en poco tiempo, o en forma progresiva; donde inicialmente se presenta por la ingesta de alimentos sólidos, lo que lleva a omitir estos y utilizar solo alimentos blandos y líquidos, posteriormente se manifiesta inclusive con este tipo de alimentos.

Los vómitos postprandiales se ven facilitados por la retención gástrica. El volumen que se vomita no siempre tiene relación con la ultima ingesta, este puede ser mayor debido a la inclusión del material retenido anteriormente, puede haber sangre en los mismos.

En estados avanzados del síndrome, se pueden presentar problemas como halitosis, lengua blanquecina (por acumulación de células de descamación, restos de alimentos, microorganismos, etc.), sed, debilidad progresiva, cefalea y postración.

Diagnóstico del síndrome pilórico

La principal herramienta para el diagnostico del síndrome pilórico es la endoscopia digestiva superior, ya que proporciona una ayuda considerable, porque no solo confirma los efectos de una obstrucción gástrica distal o duodenal (en donde se retienen líquidos en ayunas y hay dilatación del órgano, hiperactividad del movimiento gástrico o ausencia del mismo y subsistencia de residuos de alimentos), localiza la obstrucción y da las características macroscópicas de la misma. Cuando la endoscopia digestiva no puede ser realizada, se debe optar por la radiología convencional como segunda opción.

En los casos más avanzados se pueden presentar deshidratación, desnutrición y alcalosis metabólica, esta ultima puede llevar a situaciones que van desde tetania hasta convulsiones.
Se deben hacer diferentes pruebas de laboratorio que incluyan el hemograma, el pH de los vómitos y la presencia de sangre en los mismos.

Tratamiento del síndrome pilórico

El tratamiento del síndrome pilórico incluye medidas generales para mejorar el mismo, como son la intervención en la alimentación; donde la ingestión por via oral se debe interrumpir y retomar solo en el momento que el síndrome sea reversible, esto se hará comenzando con alimentos líquidos y blandos, aunque los primeros días se utilizará alimentación parenteral, principalmente en pacientes desnutridos y con el síndrome de carácter irreversible.

La aspiración nasogástrica, contribuirá a desinflamar la lesión, en caso de ulcera, y a recuperar el peristaltismo gástrico.

Los electrolitos deben ser restituidos y se debe administrar inhibidores de la bomba de protones con la finalidad de disminuir la acidez, sobre todo si los vómitos son ácidos.

Los procesos ulcerosos y neoplásicos con frecuencia están infectados por el Helicobacter pylori y otras bacterias, lo cual se requerirá la administración de terapia con antibióticos.

Vídeo sobre el síndrome pilórico

El oncólogo, el Dr. Israel Ramos, desde su canal de Youtube, nos trae un video explicativo acerca de este síndrome gástrico.

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