El síndrome de savant o síndrome del sabio (por el origen de la palabra en francés), es un disturbio psíquico raro, donde la persona tiene dificultades serias para comunicarse, comprender lo que se le transmite y establecer relaciones interpersonales; sin embargo posee muchos otros talentos, principalmente aquellos que tienen que ver con su extraordinaria memoria.
Es común que se presente desde el nacimiento, y aparece con frecuencia en niños con autismo, sin embargo también puede desarrollarse en la edad adulta si se sufre de algún traumatismo cerebral o alguna virosis como la encefalitis.
Causas del Síndrome de Savant
Hasta ahora la causa del síndrome es desconocida, algunos investigadores piensan que es una condición congénita, puesto que la mayoría de las capacidades se manifiesta en la infancia, o es adquirida en los casos de lesión del sistema nervioso central.
Otros especialistas han hecho asociación entre el desarrollo de las habilidades extraordinarias con anomalías y alteraciones genéticas especificas, como por ejemplo aquellas asociadas al cromosoma 15, al igual que en el síndrome de Prader Willi.
Se ha encontrado que las habilidades desarrolladas son debidas a que se realizan los procesos mentales con hemisferios cerebrales distintos a los que utilizan las demás personas para procesar las informaciones. Pruebas de neuroimagen han llevado a formular hipótesis sobre la posibilidad de daño cerebral en el hemisferio izquierdo. De manera tal que un paciente del síndrome podría tener el hemisferio derecho más desarrollado y ser este el responsable de tales talentos.
Los pacientes del síndrome de Savant son producto entonces de alguna anormalidad en las conexiones de las neuronas, bien sea debido a problemas durante el desarrollo embrionario o por contusiones cerebrales después del parto, por lo que se piensa que es un padecimiento relacionado con el autismo, de hecho se considera un tipo especial de autismo, semejante al síndrome de Asperger que hace parte del espectro autista, pero menos profundo como trastorno.
Síntomas del Síndrome de Savant
Los principales síntomas del síndrome son elevadas habilidades en una o más áreas del conocimiento en contraste con un déficit en el funcionamiento de su capacidad de comunicarse y de la interacción con su entorno social; también algunos casos pueden presentar déficit intelectual moderado o alteraciones cognitivas.
Las personas que sufren del síndrome pueden tener talentos extraordinarios muy desarrollados. Generalmente las áreas del conocimiento en que se destacan son:
- Memoria: la memorización es la capacidad más común en los casos del síndrome, siendo frecuente la facilidad para recordar horarios, listas telefónicas y hasta diccionarios completos.
- Cálculo: elevada capacidad de hacer cálculos matemáticos complejos en pocos segundos, sin utilizar papel o cualquier aparato electrónico.
- Habilidad musical: está extremadamente desarrollada, se puede ser capaz de reproducir una pieza musical entera después de escucharla solo una vez.
- Habilidad artística: los pacientes presentan una excelente capacidad para dibujar, pintar o hacer esculturas complejas.
- Lenguaje: consiguen comprender y hablar más de un idioma, se conocen casos que pueden manejar hasta 15 lenguas distintas.
La persona que presenta el síndrome de Savant puede desarrollar una o varias de estas capacidades, siendo las más comunes aquellas relacionadas con la memorización, cálculo y habilidad musical.
Diagnóstico del Síndrome de Savant
El diagnostico se hace con base en la identificación y definición de los síntomas y características del paciente, tanto de los retardos en el desarrollo como en las capacidades excepcionales que se presentan.
Normalmente se realiza durante la infancia por abordaje clínico y psicológico. Los niveles de coeficiente intelectual también son evaluados puesto que se tiene definido que las personas que padecen del síndrome de Savant tienen valores que varían entre 40, 70 y hasta 114 de QI.
Otras pruebas diagnosticas que se pueden realizar son electroencefalograma y resonancia magnética del cerebro que puede revelar si hay algún tipo de asimetría entre los ventrículos derecho e izquierdo del cerebro.
Tratamiento del Síndrome de Savant
El síndrome no tiene cura, pero el tratamiento ayuda a controlar los síntomas y a ocupar el tiempo libre del paciente, mejorando así su calidad de vida.
Generalmente el tratamiento del síndrome de Savant se realiza con terapia ocupacional para ayudar en el desarrollo de la capacidad extraordinaria del paciente; el terapeuta también puede ayudar a la persona a mejorar sus capacidades de comunicación y comprensión por medio de la utilización de esa capacidad.
Además de esto, puede ser necesario hacer el tratamiento del problema que llevó al surgimiento del síndrome, como traumatismos o autismo; por lo cual puede que se requiera de un equipo de varios profesionales de la salud para ayudar a mejorar la calidad de vida de los portadores del síndrome.